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miércoles, 12 de septiembre de 2012

Empieza la temporada

El pasado día 2 inicié mi actividad cinegética esta temporada. 

Recordando el calor que pasé en mi primer día de caza la temporada pasada, decidí ponerme una camiseta y llevarme un jersey ligero convencido de que no lo iba a usar. Craso error. Cuando llegué a Berga, el termómetro del coche marcaba unos escasos 8º. Por lo que enseguida pensé en toda la ropa de abrigo que dejé en casa y que, seguramente y como así fue, echaría de menos durante la batida.

Me alegré de reencontrarme con los compañeros y me sorprendió comprobar que a partir de ahora se realizará un sorteo de puestos en cada jornada de caza. No es un sorteo estilo montería, aunque si algo parecido. Cada cazador coge un número, y cuando vaya a la zona de las paradas que le haya correspondido por designación a dedo, el primero que se queda es el que tenga el número más bajo, y así hasta completar la cuerda. Con una excepción, los que saquen los números uno, dos y tres, tienen derecho a elegir el puesto al que quieren ir. Me parece bien. supongo que así se evitarán susceptibilidades y la rotación en los puestos será, digamos, más democrática.

Al ser la primera jornada de la temporada, se dedicó el tiempo necesario a repartir la documentación correspondiente y a explicar el funcionamiento del novedoso sorteo.

Una vez cumplimentado todo eso, se decidió batir la zona de la Mina y Cortics. La parada que me tocó en suerte, por mi número, estaba en un frondoso bosque. Y digo lo de frondoso porque cuando salió el sol lo busqué entre los pinos sin apenas encontrarlo, por lo que pasé un frío de narices toda la mañana.

La jornada estuvo entretenida ya que, aunque ningún marrano se dignó a rendirme visita, si que fueron varios los que corrieron por la zona, y fueron tres los abatidos por otros tantos compañeros. Corrió, además, algún zorro y algún corzo que fueron avistados pero a los que no se les pudo tirar.

Amanece en Berga

La parada

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