Bajo un cielo claro, un sol de justicia y una temperatura, fresca a primera hora, pero que no ha dejado de aumentar hasta hacernos sudar, hemos batido la zona de La Torre, en LLinars.
| Vistas desde el puesto |
Las expectativas eran altas, y más habiendo detectado la presencia de un buen marranazo en la zona. Así lo han confirmado las tremendas pisadas que hemos visto cuando, con mis compañeros de cuerda, nos hemos dirigido a las paradas del roure, uno de los mejores puestos en la batida de hoy.
Al poco de darse la orden de soltar a los perros, oímos como los de Álvaro abordan "algo" por debajo de nosotros. Digo "algo" porque la zona está repleta de corzos, y, por lo tanto, es fácil que sea uno de estos animales el abordado. Pero no. Por la intensidad y la fiereza con la que los perros ladran parece que es un jabalí, como así confirmamos al poco tiempo. Oigo como los perros van subiendo hacia mí, y me pongo en guardia. De todas formas sé que los marranos que se levantan en aquel fondo tienen carencia a salir por la parada del roure. Efectivamente, a los pocos instantes oigo como Jaime, que se encuentra en dicho puesto dispara tres veces. Primero un tiro, y tras un instante otros dos muy seguidos. "Pam.............PamPam". Esos dos disparos tan seguidos me suenan mal. Yo, a veces hago lo mismo, y cuando se dispara dos veces tan rápido, el segundo tiro se va alto por el retroceso del primero. Jaime confirma por la emisora mis sospechas. Resulta que cuando oye los perros, se pone en guardia y espera que, lo que sea, aparezca por el claro que tiene enfrente. De repente oye un "crac" y al girarse se encuentra al marranazo, del que sospechábamos su presencia a primera hora, casi junto a él. Y claro, el cochinazo al verlo sale como un F18. Jaime, todavía con la sorpresa encima le receta los tres viajes pero el jabalí se escapa. Consigue girar los perros y mantenerlos dentro de la batida. Después va a comprobar si a tocado al bicho, pero no. Yo, desde la parada de encima de él, oigo como un perro atraviesa la línea y sigue detrás el cochino.
![]() |
| El jabalí abatido |
Al poco Germá, avisa de que sus perros han levantado una pareja de corzos. Otro compañero avisa de que ha tirado a un jabalí medianito, pero no lo ha tocado. También un zorro visita alguna parada. Hay movimiento. Parecen fuegos artificiales, dice alguien por la emisora.
Entonces David avisa de que le ha salido un cochino al que ha disparado dos veces, pero que no sabe si lo ha tocado. Paco le dice que busque por la zona a ver si lo encuentra. Al poco nos anuncia por la emisora de que ya lo tiene. Bueno, después de bastante movimiento y bastantes tiros, al menos tenemos uno.
La mañana va transcurriendo y el calor aumentando.
| Risco donde aparece la corza |
En un momento de tranquilidad me paseo un poco por mi puesto, sobre unos riscos. Hago alguna foto del espectacular paisaje y, estando con la cámara en la mano, oigo debajo mío un "clec". Miro hacía abajo y veo justo delante de mí a una corza que me observa. No me muevo. Pienso que, aún descolgando lo más rápido que pueda la escopeta del hombro, es imposible poderle tirar antes de que desaparezca entre la espesura. Entonces, me digo, intentaré, al menos, y ya que tengo la cámara en la mano, hacerle una foto. Pero, tal y cómo sospechaba, al mínimo movimiento de mi brazo, sale zumbando. Aviso a Jaime por si le sale a él, pero no volvemos a tener noticias de la corza.
Tocamos retirada contentos porque ha sido una mañana divertida y emocionante. Una buena jornada de caza. Para celebrarlo, y como estamos muy cerca, nos vamos a La Cantina de LLinars, una estupenda fonda de montaña a la que vale la pena rendir visita, a tomar una cañita y a comentar la jugada.

No hay comentarios:
Publicar un comentario